Tu empresa está obligada a registrar el tiempo de trabajo de cada empleado, pero también tiene la obligación de respetar los descansos de las jornadas de trabajo. Es materialmente imposible que un trabajador pueda completar su jornada laboral del tirón sin que su rendimiento sufra una caída en picado por culpa de la fatiga. Es cierto que hay situaciones excepcionales, como las guardias de los médicos o bomberos; pero en líneas generales hay que respetar estos descansos.
Los descansos laborales son las pausas que se hacen en el trabajo. Eso sí, hay que diferenciar entre los descansos en la jornada laboral y el tiempo de descanso entre turnos. Es un periodo de tiempo necesario para que el trabajador se recupere de la fatiga y pueda retomar su actividad con todas las garantías de seguridad. Si no descansa, el cansancio aumenta y el riesgo de accidentes, errores o problemas fruto de la fatiga aumentará. Las horas de descanso en el trabajo pueden estar reguladas por tres vías:
Según el Estatuto de los Trabajadores, en las jornadas laborales de 6 horas o más los trabajadores disfrutarán de al menos 15 minutos de descanso. Este periodo se incluye dentro de la jornada laboral, de modo que no deberá recuperar el tiempo de la pausa salvo que lo indique el convenio colectivo. Así, si la jornada laboral va de 8:00 a 14:00, el trabajador podrá descansar ese mínimo de 15 minutos -o el tiempo establecido- y acabar su jornada a las 14:00, sin tener que prolongarla hasta las 14:15 para compensar ese descanso.
También es importante señalar que las horas de descanso del trabajo deben incluirse a lo largo de la jornada. De este modo, no pueden coincidir con el inicio o final de la misma; así que no se puede llegar más tarde o acabar antes la jornada con la excusa del descanso. Más allá de este punto de partida, los trabajadores menores de 18 años tendrán un descanso mínimo de 30 minutos cuando su jornada laboral supere las 4:30 horas.
Hay profesiones que por sus características impiden estos descansos. Son casos como los del personal médico y de hospitales, bomberos o policía, que deben afrontar guardias con una entrega total a sus tareas. En el caso de no poder respetarse estos descansos, el periodo trabajado cuenta como horas extra de modo que tendrán una retribución especial. De hecho, estas guardias suelen pagarse por encima de lo habitual.
Más allá de los descansos de las jornadas de trabajo, hay que prestar atención especial al tiempo de descanso entre dos jornadas laborales, especialmente cuando la empresa trabaja a turnos. Según la normativa laboral española, el trabajador tendrá al menos 12 horas de descanso entre jornadas. La excepción es el paso del turno de noche al de mañana, cuando el plazo entre el fin de una jornada laboral y el inicio de la siguiente se reduce a 7 horas.
En cuanto al descanso semanal, el mínimo acumulable en un periodo de hasta 14 días es de 36 horas (un día y medio). Lo habitual es que se trata de la tarde del sábado y el domingo o el domingo y la mañana del lunes, aunque pueden cambiarse; o trabajar 11 días consecutivos y descansar tres. No son pocos los casos donde el Convenio Colectivo eleva estas 36 horas a 48, dos días consecutivos de descanso.
Estos descansos de las jornadas de trabajo ayudan a proteger la salud de los trabajadores, y desde las empresas se debería velar por su cumplimiento. En este sentido, contar con herramientas de control y seguimiento horario como Sesame es un plus, pues permite registrar tanto las horas de trabajo de los empleados como los descansos. Basta con que descarguen la app de Sesame y fichen a la entrada y salida de la jornada laboral, pudiendo fichar también los descansos si así lo indica el Convenio Colectivo o los acuerdos con la empresa.
Otra de las ventajas de contar con este tipo de herramientas es la posibilidad de saber quién está trabajando en cada momento. Así, se respetan los descansos de cada trabajador y no se interrumpe su pausa para almorzar o comer. Cada empleado puede fichar desde su móvil u ordenador, pero también puede instalarse una tablet en la oficina y convertirla en punto de acceso. Además, se pueden establecer sistemas de fichaje biométricos, mediante huella dactilar o reconocimiento facial.
Este es solo un ejemplo más de que la digitalización en el trabajo ha llegado para quedarse. Recuerda que más allá de la obligación de registrar las horas trabajadas para llevar un control horario, respetar los descansos de las jornadas de trabajo es la mejor forma de proteger la salud de los trabajadores y mantener un entorno laboral cómodo y agradable para toda la plantilla.