A la renta que recibe periódicamente un trabajador a cambio del desempeño de su trabajo se le denomina salario. Esta retribución o pago se formaliza, por parte del empleado y del empleador, a través del contrato de trabajo. El trabajo del empleado puede traducirse en la creación de un bien o en la prestación de un servicio.
La cuantía del salario, es decir, el precio a pagar a cambio del trabajo realizado, es determinado según la oferta y la demanda de trabajo. Esto tiene en cuenta factores como la disponibilidad de la mano de obra, los convenios sindicales, la formación y la experiencia del trabajador y la legislación del país.
Puesto que el salario es la renta que reciben las personas, desde los Gobiernos se establecen medidas sociales para asegurar la oferta de una cantidad mínima para vivir, esta se conoce como salario mínimo y se entiende como la contraprestación más reducida que un trabajador puede recibir por su trabajo.
El salario ha de ser esencialmente y obligatoriamente en dinero según estipula la política salarial de la empresa. Aunque, adicionalmente, y de forma opcional, se pueden incluir la remuneración en especie, todo dependerá de los términos del contrato.
Si el salario se recibe diariamente, entonces se le denomina jornal. Además de este, también se pueden incluir pagas extraordinarias, horas extra y otras remuneraciones como la de nocturnidad o peligrosidad.
Además, dentro del salario podemos distinguir entre salario bruto y salario neto.
Actualmente, en España, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) está fijado en los 950€ al mes, teniendo en cuenta que en este país se acostumbra a publicar el SMI en 14 pagas anuales.