La cadena de valor hace referencia a la herramienta que se emplea para determinar qué actividades de la empresa añaden valor al producto o servicio. Su finalidad des la de ofrecer la máxima calidad de producto o servicio al cliente y, de esta manera, crear una gran ventaja competitiva.
Se trata de un término acuñado por el profesor norteamericano Michael Porter. Este declara que cada etapa del proceso de elaboración de un producto o servicio resulta determinante para su valor. Esto quiere decir que se ha de tomar en cuenta desde la relación con los proveedores de la materia prima hasta la valoración final de los consumidores.
La cadena de valor ayuda a la empresa a identificar cuáles son las etapas de la producción que añaden valor al producto, de esta manera se puede crear una estrategia para fomentar estas actividades.
Según Porter, la cadena de valor se divide en 2 actividades principales:
Para ello se debe analizar que entre más personas o departamentos forman parte de un proceso, mayor será la posibilidad de que existan actividades que no generen un valor añadido. Estas actividades que no generan valor añadido suelen ser las que e desarrollan en procesos administrativos y de apoyo, mientras que las actividades más valiosas suelen darse en los procesos directamente relacionados con la fabricación o la prestación de un producto.
Los siguientes pasos te ayudarán a identificar y entender la cadena de valor de una empresa: